Demuestran por primera vez en
laboratorio que la realidad no existe
Se trata de la primera vez que un
laboratorio real pone a prueba las extrañas teorías de la Mecánica Cuántica
sobre el mundo que nos rodea
En nuestro mundo, la realidad es
algo mucho más complejo y lleno de matices de lo que parece. De hecho,
podríamos decir sin miedo a equivocarnos que los hechos objetivos no existen.
La afirmación puede parecer extraña, pero un reciente experimento de Física
Cuántica acaba de demostrar que la naturaleza misma de la realidad no
es objetiva, sino que depende de quién esté mirando.
Bajo la dirección de Alessandro
Fedrizzi, de la universidad británica de Heriot-Watt, un equipo de
investigadores ha conseguido, por primera vez, llevar a un laboratorio las
viejas ideas teóricas sobre la esquiva naturaleza de universo
cuántico, que constituye la base misma de todo lo que nos rodea pero que se
rige por una serie de leyes muy diferentes de las que gobiernan el mundo a
escala macroscópica. Los resultados, recién publicados en Arxiv.org, tienen
profundas implicaciones sobre nuestra percepción de "lo que es real".
"El método científico
-escriben los autores en su artículo- se basa en hechos, establecidos mediante
mediciones repetidas y acordados universalmente, independientemente de quién
los haya observado. Pero en la mecánica cuántica, la objetividad de esas
observaciones no resulta tan clara".
El experimento involucra a cuatro
observadores diferentes:Alice, su amiga Amy, Bob y su amigo Brian. La cosa
empieza con Amy y Brian dentro de sus respectivos laboratorios. Una fuente
externa, que no se encuentra en ninguno de los dos laboratorios, genera un par
de fotones entrelazados. (El entrelazamiento
cuántico es una suerte de "comunicación instantánea" según la
cual, si dos partículas están entrelazadas, lo que le suceda a una será
inmediatamente conocido por la otra, independientemente de la distancia a la
que se encuentren).
La fuente externa, pues, envía
uno de los dos fotones entrelazados a Amy y el otro a Brian. A continuación,
Amy crea en su laboratorio un segundo par de fotones entrelazados: Uno de
sistema y otro de prueba. Amy utiliza el fotón de prueba para medir el estado
del fotón que recibió de fuera del labortorio, e imprime el resultado en el
fotón de sistema a través de entrelazamiento cuántico. En los anteriores
experimentos teóricos, la medición de Amy solo se almacena en su memoria. Pero
en el experimento real de los investigadores, el resultado se almacena en el
fotón de sistema, lo que le convierte en "el observador".
Una vez que Amy ha llevado a cabo
sus mediciones, envía tanto el fotón original (el que recibió de fuera) como el
de sistema a su amiga Alice. En este punto, Alice puede hacer dos cosas: O bien
medir por su cuenta el fotón que llegó de fuera, (medición A0) que sería algo
similar a preguntarle a Amy por sus resultados, o bien dejar que los dos
fotones recibidos interfieran entre sí y hacer sus propias mediciones sin
preguntar nada a Amy (medición A1).
Mientras tanto, Brian está
haciendo exactamente lo mismo con el otro fotón original, y Bob, que está en su
propio laboratorio, tiene las mismas opciones que Alice para conocer los
resultados de Brian: o bien preguntarle (B0), o bien medirlos por sí mismo
(B1).
Si todo esto parece confuso, la
lógica subyacente puede parecerlo aún más. De hecho, según la Mecánica
Cuántica, los resultados A1 y B1 (los establecidos por su cuenta por Alice
y Bob eb sus laboratorios) podrían estar en desacuerdo con A0 y A1 (los
establecidos por Amy y Alice). Y esto, que parece una locura, se puede
verificar fácilmente ejecutando una y otra vez el experimento, con Alice y Bob
haciendo sus elecciones al azar y calculando después las probabilidades
promedio de los resultados.
¿Existen los hechos objetivos?
Según explican los
investigadores, el proceso implica hacer tres suposiciones diferentes. La
primera es que Alice y Bob tienen completa libertad para elegir cómo hacen sus
mediciones. La segunda es que la elección de Alice no influye en los resultados
de Bob y viceversa. Y la tercera, que en el mundo existen hechos que son
independientes del observador. En palabras de Fedrizzi, "los datos que se
obtienen tras una medición concreta deberían ser objetivos, un hecho en el que
todos los observadores deberían ponerse de acuerdo".
Si las tres suposiciones fueran
correctas, el cálculo de probabilidades no debería ser superior a 2. Pero el
experimento real arrojó un valor de 2,47. Lo cual implica que los tres
supuestos anteriores, o por lo menos alguno de ellos, son erróneos.
Según los experimentos teóricos
anteriores, incluso si asumimos como correctos los dos primeros supuestos, los
resultados contradictorios pueden seguir produciéndose. Por eso, según
Fedrizzi, "una forma natural de resolver la cuestión es considerar que no
existen hechos objetivos". En decir, que el tercer supuesto es falso.
El experimento podría tener
inmensas implicaciones en nuestra comprensión de la auténtica naturaleza de la
"realidad cuántica", que depende en gran medida de cómo interpretemos
las teorías. Según Fedrizzi y sus colegas, su trabajo favorece las
interpretaciones que sostienen que los resultados de todos los experimentos son
subjetivos.
Al mismo tiempo, el experimento
cuestiona también los principios generales de la famosa interpretación de
Copenhague, según la cual las propiedades de un sistema cuántico no existen
hasta que son observadas, momento en el que se convierten en realidades
objetivas, iguales para todo el mundo. El trabajo de Fesdrizzi y sus colegas
niega incluso la interpretación de los universos paralelos, según la que todos los resultados
posibles de una medición concreta son reales y objetivos, pero cada uno en un
Universo diferente.
Se trata, como se ha dicho, de la
primera vez que los trabajos teóricos del pasado sobre la naturaleza de todo lo
que existe se llevan a un laboratorio real. ¿Existe una realidad objetiva? El
experimento sugiere con fuerza que no. Ahora, saque sus propias conclusiones...
.... porque todo esto de la física cuántica me ha recordado a mi polifacético amigo Juan, cuando me contó la historia de un gato en una caja...
El vídeo muestra un experimento llamado El BIG Bell Test (El Gran Test de Bell), coordinado por el
Instituto de Ciencias Fotónicas (ICFO), un proyecto mundial por el que se llevaron a
cabo una serie de experimentos de física cuántica de forma simultánea el 30 de
noviembre de 2016 en diferentes laboratorios de todo el mundo. Estos
experimentos requieren de una gran participación de personas, que contribuyen a
la iniciativa comportándose de la manera lo más aleatoria posible.
Todo esto me deja super tranquilo, porque cuando pienso en la cantidad y cantidad de cosas que están pasando en este mundo, tirando a malas, malas o directamente malísimas, ahora me queda el refugio mental de pensar que no están pasando y colocarme en un Universo diferente. ¡Qué peso me quito de encima!
Fuente: La realidad objetiva no existe
Esto es lo que se suele decir: ¡vaya lio liado!
ResponderEliminarPaso mucho de estos lios y que los desenlien otros
LAS HIJAS DE PRÍSTINO
ResponderEliminarLas niñas de don Prístino eran muy guapas, modositas y obedientes en todo a la rigidez moral de su padre. Misa los domingos y fiestas de guardar; Ejercicios Espirituales adecuados a los tiempos en que la atrición jesuítica las arrastraba por la terrible senda del temor a Dios y veranos en donde lejos de ofenderlo, bajo el manto de la discreción que púdicos bañadores ofrecían, se sometían a la misericordia divina que les era impuesta. En los guateques, guardaban las formas mientras otras ofrecían, so pretexto del baile, inmoderadas formas de sentir, pecando, el cuerpo ajeno. Ellas, eso nunca. Una meditación diaria de obligada asunción fue práctica habitual, para ellas, hasta bien rebasada la pubertad. Pero el azar del destino, cuando la probabilidad te lleva por donde no eres capaz de imaginar, entonces y ya mayores, todas se hincharon a follar.
Asi es que el presente no condiciona el futuro. Es cosa de la probabilidad: la eterna dialéctica entre determinismo y estocastísmo.
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