viernes, 2 de diciembre de 2016

Píldoras Inteligentes

Diseño de un vehículo modular de residencia gástrica

Evaluación en vivo de las formas de las formas de dosificación de residencia gástrica

Hace justo ahora seis años, publiqué una entrada llamada: Una Pildora, en la que reflexionaba sobre la posibilidad de que todos los medicamentos que diariamente tomamos, pudieran concentrarse en un solo comprimido que fuera personalizado según las necesidades de cada uno, y así evitar el engorro de estar continuamente pendiente de las distintas pastillitas.

Para quién no toma pastillas, por su salud de hierro, o por que no le da la gana, esto no deja de ser algo absurdo y exagerado, pero para todos aquellos que sí tienen que atiborrarse a compuestos químicos para mantener el tipo, la idea es de lo más interesante.

Por eso, cuando he leído el artículo que a continuación reproduzco, no he dejado de darme unas palmaditas en la espalda por aquellas elucubraciones de hace seis años.

Según el artículo, un equipo de científicos dirigido por investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts y la Facultad de Medicina de Harvard (EEUU), ha diseñado un sofisticada cápsula que permanece en el estómago durante dos semanas y va liberando el medicamento poco a poco.

Los detalles del sistema y los primeros ensayos en animales se han publicado en la revista Science Translational Medicine.
http://stm.sciencemag.org/content/8/365/365ra157

UNA ESTRELLA DESPLEGABLE

Según el codirector del estudio, el gastroenterólogo e ingeniero biomédico Giovanni Traverso. El sistema consiste en una cápsula que se toma por vía oral y cuyo envoltorio se disuelve al llegar al estómago, desplegándose seis brazos rígidos en forma de estrella unidos a un núcleo de un material parecido a la goma. Esta geometría peculiar bloquea el paso de la cápsula a través del píloro, la salida del estómago hacia el intestino, pero sin obstaculizar el tránsito de los alimentos.

Los brazos de la cápsula están fabricados con nuevos polímeros desarrollados por los investigadores que protegen el fármaco y lo van liberando lentamente. Según los autores, esta estrategia tiene la ventaja de que la dosificación del medicamento es gradual y constante, lo que evita los efectos secundarios causados por las subidas y bajadas de los niveles del fármaco cuando el paciente debe tomar una pastilla cada cierto tiempo. Una vez que la cápsula ha cumplido su función, los brazos se rompen por unas uniones especialmente designadas para que los fragmentos pasen al intestino y completen su recorrido hasta expulsarse con las heces. Estas uniones más débiles evitan también que, por accidente, la estrella pueda pasar entera al intestino.

Y de momento solo dura dos semanas, pero seguro que en poco tiempo conseguirán alargar el periodo de actividad, e incluso controlarla a distancia por el médico que prescriba el tratamiento.

Fuente: http://www.elespanol.com/ciencia/salud/20161117/171483149_0.html

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